¿Qué narices es eso del trizurko? aparte de ser un apero de labranza, somos un pequeño grupo de "amigos" (o conocidos, según se mire), que nos gusta practicar deporte como triatlón, carreras de montaña, BTT, maratones, medias maratones, etc...

jueves, 26 de julio de 2012

Mecagüen el dios Eolo y todos sus muertos (Triatlón Aritzaleku)


Siento el retraso por la crónica y pido disculpas a los cientos de miles de seguidores de este blog, pero las vacaciones poscarrera me han absorbido por completo.

Pues eso, que tras pasar la mañana animando y haciendo afotos a los Trizurkeros que participaban en la distancia sprint, Nacho y el menda nos disponíamos a meternos un medio IM entre pecho y espalda.

La mañana había salido con un tiempo perfecto, con mucho sol pero sin un calor agobiante, lo que en principio era buena señal. A las 2 de la tarde la temperatura era buenísima, y el agua estaba en su punto (para un triatleta friolero como yo). Ya habíamos dado los pertinentes saludos a algunos conocidos (el pésame a Fernando Moreno por su futura participación en el ultra trail del Mont Blanc) y tras recibir los calurosos ánimos de la familia propia y la familia apegada (léase Pérez Ciriza), nos metemos en el agua a tal velocidad que salimos prácticamente los últimos (no hay más que ver algún video que circula por internés).

Los nadadores siameses
Por mi parte nadé (naduve, como decía uno) muy a gusto y cada vez que sacaba la cabeza del agua para orientarme, ahí estaba el cabezón nº 28 de Nacho pegado como una lapa a mí (no sé si me seguía o le seguía yo a él). Al final 38 minutejos para los dos, cumpliendo las expectativas de un nadador mediocre.



En la bici se empezó a joder el día. Seguía haciendo sol y el viento estaba perfecto (para Hacer Windsurf). Bajando el puerto de Arradia, la bici pegaba unos bandazos que no veas, y en el tramo entre Alloz y Arizala, con el vendaval de frente (ya dicen que en ciclismo da todo por culo menos el aire que da siempre de cara), sólo podía ir en plato pequeño y no pasaba de 18 Km./h (cuesta abajo). La vuelta, eso sí se hacía casi sin pedalear y a 50. (cuesta arriba).
el calvario
El caso que cada vuelta que se daba al circuito, el viento iba a más, lo que castigaba las piernas una barbaridad. Al empezar la última vuelta pensé: ¿y después de esto me queda media maratón?, ¡que le zurzan!- decidí tomarme lo que quedaba de bici en plan cicloturismo, para guardar alguna fuerza para la carrera (tenía las piernas descojonadas).

Tras bajar de la bici empecé a correr más o menos como podía. Por lo menos no me dolía la espalda como en otras ocasiones, y fui cogiendo ritmo de carrera. La temperatura era buena y poco a poco iba comiendo los Km.
Al final 6:27, pero bastante contento: la natación en 38 min. (No esperaba más), La carrera en 1:52 (2 min. más que en Bilbo el año pasado, pero con un recorrido más exigente), y de la bici, qué se puede decir, se hizo lo que se pudo pero el día no era para lucirse (al final una media de 24 Km./h).

Ya está hecho.
No me olvide de dar la enhorabuena a Gustavo, nuestro campeón de Euskal Herria de Triatlón sprint, en categoría muy viejuno (al final vamos a ponerle una cláusula de rescisión bien jugosa y lo vendemos), y al equipo de relevos, Alberto, Iñaki y Javi, que ganaron de calle.

De la organización, qué decir, un 10, como todos los años. Seguid así.

Por último, un saludico a todos los trizurkeros que andaban por allí, y a las apegadas y apegados que estuvieron animando y luciendo (hay que reconocerlo) la más bonita camiseta de todo lo que se veía por el camping. (No es por malmeter, Pedro, pero te perdiste la fiesta del Trizurko)
  
Y cómo no, dar las gracias a nuestras parejas, hijos e hijas, que nos aguantan día tras día los entrenamientos y los viajes a las carreras, sin, de momento, mandarnos directamente al carajo.
La siguiente, en Pamplona el 5 de agosto.