Siento el retraso por la crónica y pido disculpas a los
cientos de miles de seguidores de este blog, pero las vacaciones poscarrera me
han absorbido por completo.
Pues eso, que tras pasar la mañana animando y haciendo
afotos a los Trizurkeros que participaban en la distancia sprint, Nacho y el
menda nos disponíamos a meternos un medio IM entre pecho y espalda.
La mañana había salido con un tiempo perfecto, con mucho sol
pero sin un calor agobiante, lo que en principio era buena señal. A las 2 de la
tarde la temperatura era buenísima, y el agua estaba en su punto (para un
triatleta friolero como yo). Ya habíamos dado los pertinentes saludos a algunos
conocidos (el pésame a Fernando Moreno por su futura participación en el ultra
trail del Mont Blanc) y tras recibir los calurosos ánimos de la familia propia
y la familia apegada (léase Pérez Ciriza), nos metemos en el agua a tal
velocidad que salimos prácticamente los últimos (no hay más que ver algún video
que circula por internés).
Los nadadores siameses |
Por mi parte nadé (naduve, como decía uno) muy a gusto y
cada vez que sacaba la cabeza del agua para orientarme, ahí estaba el cabezón
nº 28 de Nacho pegado como una lapa a mí (no sé si me seguía o le seguía yo a
él). Al final 38 minutejos para los dos, cumpliendo las expectativas de un
nadador mediocre.
En la bici
se empezó a joder el día. Seguía haciendo sol y el viento estaba perfecto (para
Hacer Windsurf). Bajando el puerto de Arradia, la bici pegaba unos bandazos que
no veas, y en el tramo entre Alloz y Arizala, con el vendaval de frente (ya
dicen que en ciclismo da todo por culo menos el aire que da siempre de cara),
sólo podía ir en plato pequeño y no pasaba de 18 Km./h (cuesta abajo). La
vuelta, eso sí se hacía casi sin pedalear y a 50. (cuesta arriba).
el calvario |
El caso que cada vuelta que se daba al circuito, el viento
iba a más, lo que castigaba las piernas una barbaridad. Al empezar la última
vuelta pensé: ¿y después de esto me queda media maratón?, ¡que le zurzan!- decidí
tomarme lo que quedaba de bici en plan cicloturismo, para guardar alguna fuerza
para la carrera (tenía las piernas descojonadas).
Tras bajar de la bici empecé a correr más o menos como
podía. Por lo menos no me dolía la espalda como en otras ocasiones, y fui
cogiendo ritmo de carrera. La temperatura era buena y poco a poco iba comiendo
los Km.
Al final 6:27, pero bastante contento: la natación en 38 min.
(No esperaba más), La carrera en 1:52 (2 min. más que en Bilbo el año pasado,
pero con un recorrido más exigente), y de la bici, qué se puede decir, se hizo
lo que se pudo pero el día no era para lucirse (al final una media de 24 Km./h).
Ya está hecho. |
No me olvide de dar la enhorabuena a Gustavo, nuestro campeón de Euskal Herria de Triatlón sprint, en categoría muy viejuno (al final vamos a ponerle una cláusula de rescisión bien jugosa y lo vendemos), y al equipo de relevos, Alberto, Iñaki y Javi, que ganaron de calle.
De la organización, qué decir, un 10, como todos los años. Seguid así.
Por último, un saludico a todos los trizurkeros que andaban
por allí, y a las apegadas y apegados que estuvieron animando y luciendo (hay
que reconocerlo) la más bonita camiseta de todo lo que se veía por el camping.
(No es por malmeter, Pedro, pero te perdiste la fiesta del Trizurko)
Y cómo no, dar las gracias a nuestras parejas, hijos e
hijas, que nos aguantan día tras día los entrenamientos y los viajes a las
carreras, sin, de momento, mandarnos directamente al carajo.
La siguiente, en Pamplona el 5 de agosto.